Un adecuado cuidado de la piel implica cuatro pasos importantes; limpieza, exfoliación, hidratación y aplicación del protector solar para la cara.
La limpieza del rostro una o dos veces al día es sustancial, especialmente en la noche, porque ayuda a eliminar los residuos de maquillaje, sudor, polvo o aceites segregados por la piel.
La exfoliación remueve impurezas o células muertas.
La Hidratación, protege tu piel de la perdida de agua y te mantiene la piel fresca y lozana.
El uso de protectores solares en toda condición climática es un paso determinante del cuidado de la piel, así evitará en su rostro quemaduras, manchas, pecas o arrugas prematuras.
Aplicar bloqueadores solares al igual que los demás pasos anteriormente mencionados deben convertirse en una rutina diaria que controle los efectos del sol sobre la piel.
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